El despertar de un papá de dos meses

Noticia publicada el 09-01-2015

¿En qué momento un hombre se dá cuenta de que es papá?
La misma pregunta pero utilizando el binomio mujer-mamá suele tener una respuesta más simple. Ya el sólo hecho de sentir los cambios en su cuerpo, hormonales y físicos, le indican que algo ha cambiado para siempre. Antes no. Ahora sí. Ya está. Sos mamá. Pariste. Después la historia personal de cada madre puede ser diferente, pero digamos que hay una serie de hechos físicos que marcan ese antes y ese después.

¿Y en un papá? Vamos, que nosotros lo único que hacemos es un poco de ejercicio físico para la concepción, al igual que lo hemos hecho tantas veces antes. Dejamos nuestra semilla y ya estamos pensando en la próxima siembra.

Toda esa carga genética que se incluye en una mujer, ese instinto que lleva a proteger, alimentar y cuidar a un bebé, nosotros no la tenemos. Imagino que para salir a cazar nuestros ancestros no la necesitaban y no se preocuparon mucho en generarla para nosotros. Gracias tataratatara...abuelo de las cavernas.

Por suerte en la actualidad, y hablo de nuestra sociedad (ya va a salir alguno diciendo que hay culturas donde el hombre deja a su mujer preñada al cuidado de las señoras del pueblo y sale a matar conejos con sus propias manos para alimentarse) los hombres ya no tenemos esa necesidad y contamos con algo más de tiempo para dedicarnos a entender qué es lo que pasa durante el proceso del embarazo y el parto para acompañar a nuestras parejas, e intentamos empaparnos de conocimientos que nos acerquen al bebé, para poder cuidarlo y que de paso le den confianza a la madre para que nos lo deje a cargo de tanto en tanto.

También es cierto que hay muchos tipos de hombre, aquellos super informados, que han leído más libros en los 9 meses de embarazo que en sus treinta años de vida (me incluyo en este grupo), aquellos a los que les interesa saber lo justo y aquellos que pasan de todo. Creo personalmente que esto depende un poco de la realidad familiar de la pareja. Si la futura mamá cuenta con apoyo emocional femenino tal vez la pareja se dedique únicamente a ocuparse del bienestar económico de la familia (como lo hacemos casi todos) o a realizar manuchapuzas en la casa (lamentablemente esto también lo hacemos casi todos).

Cuando quedamos embarazados con mi pareja, me he interesado de más por saber qué es lo que ocurría en todo el periodo de gestación y quería conocer lo que estaba sucediendo tanto emocional como fisiológicamente dentro de la futura mamá que tenía a mi lado. En los cursos de preparación al parto era el único pre-papá y no miento si digo que preguntaba a la pobre matrona más que las mujeres que allí estaban. Vamos, me convertí en una verdadera pesadilla para nuestra querida Pepita, quien de hecho se ha jubilado justo después del nacimiento de nuestro primer hijo.

Un papá actualmente puede (o debería, según mi criterio) dedicarse a aprender, comprender y acompañar, a su pareja durante el periodo de gestación. Esto nos ayudará a sobrellevar el cambio general que notaremos en la pareja, la casa y el entorno. Me ha ocurrido que varios amigos me comentaran luego del nacimiento (en especial los primerizos) cosas como “¿no notas que la relación ha cambiado?”, “Es como si yo sobrara”, “Discutimos mucho, y antes no lo hacíamos”, “El bebé le pertenece a ella”. Y es lógico, ella también tiene que descubrirse como mamá y conocer a la criatura que ha llevado dentro. Por otro lado, el bebé necesita mucho más a su madre que a su padre para sobrevivir al principio y ellos dos en conjunto necesitan al padre para que se ocupe de su bienestar.

No hay mejor persona que pueda acompañar a una reciente mamá que su pareja. Conocemos a la mujer que se ha convertido en mamá, vivimos y compartimos el mismo entorno, muchos de los miedos, angustias y sobre todo, compartimos un proyecto de futuro que creamos para nosotros y para nuestros hijos. Sabemos (deberíamos saberlo) cuando necesita un vaso de agua, un dulce, una almohada, un paseo, y en especial, sabemos cuando tenemos que desaparecer y darle su tiempo… bueno… esto último no siempre lo sabemos, pero empezamos a intuirlo a partir del segundo grito.
Considero que un hombre no se siente papá desde un primer momento porque su función es la de contener y acompañar a la mamá. Todo sumido en un marco de paciencia. Estos cambios no son fáciles, pero si prestamos atención y los entendemos, creceremos como personas.

Luego de la nebulosa en la que uno se siente tras los primeros días de vida de un bebé, las visitas de familiares y amigos, el caos en la casa, el acostumbrarse a pasar noches que parecen días y días que parecen noches, después de salir ilesos de las primeras visitas al pediatra y de los trámites en las diversas delegaciones oficiales, después de todo eso, un día te encuentras sentado con tu hijo en brazos, mientras él coge tu dedo con su frágil manito y la cabeza te hace un “click”. Ese es el momento en el que realmente entiendes en lo que te has metido. La responsabilidad genial que has adquirido hacia ese nuevo ser. Esa personita que será igual a ti en muchos aspectos. Es cuando miras a tu pareja con cara de tonto asombrado y le dices: “¡GUAU, tenemos un hijo!”

A mí me pasó, a los dos meses.

 

Leandro Trilnick
Recibido de Papá en 2009
Realizó Master de Papá en 2012

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