SOS Puerperio

Noticia publicada el 23-02-2018

Si tomamos nota de qué definición da la Real Academia Española de la Lengua sobre el posparto o puerperio, dice así “Período que transcurre desde el parto hasta que la mujer vuelve al estado ordinario anterior a la gestación”. Para mí, no hay mejor descripción para este período de tiempo que vive una mujer después de dar a luz. Es totalmente irreal que después de la cuarentena la mujer esté recuperada como antes de quedarse embarazada. Un proceso que, de media, dura cuarenta semanas es totalmente imposible que en cuarenta días haya revertido.
Sí puede ser que a nivel médico haya una valoración favorable y que la madre tenga el alta médica definitiva pero esto no quiere decir que, funcionalmente, el cuerpo se comporte igual que antes del embarazo. Es claramente imposible, sólo hay que aplicar la lógica para darse cuenta.

Cada cuerpo no se recupera al mismo ritmo ni necesita las mismas pautas o tratamientos porque cada uno es diferente y único y vive diferentes situaciones que repercuten a muchos niveles. No se comportan igual los tejidos de una mujer que alimenta a su hij@ con lactancia materna exclusiva que los de aquellas madres que dan biberón, ni necesita los mismos cuidados un suelo pélvico de una madre que tiene un periné intacto tras el parto que aquella que ha sufrido instrumentalización (fórceps, ventosa) o ha tenido una episiotomía, hay musculatura que se resiente después de un expulsivo largo y complicado pero también después de uno demasiado rápido y explosivo, algunas mujeres refieren dolores en las relaciones sexuales pero otras los refieren en la práctica deportiva. Las cesáreas tienen también sus complicaciones aunque muchas veces no sean evidentes, algunos tejidos son genéticamente más laxos y el embarazo, el parto y el posparto les afectan de una manera diferente que a aquellos más rígidos, y un interminable etcétera. Estos son sólo algunos ejemplos para que puedas hacerte una idea de cuán amplias son las posibilidades.

Podemos encontrar mucha bibliografía y artículos sobre este tema en los medios de comunicación. El problema es que esta información, que está al alcance de cualquiera, la mayoría de las veces está enfocada al mundo de la belleza y de la televisión y no tiene ninguna base científica. Además de esto, también hay muchos testimonios, escritos e incluso vídeos, creados por las celebrities del momento que sirven de guía y ejemplo para muchas mujeres que también son totalmente erróneos y, si no lo son, sirvieron para esa mujer en concreto pero no se puede generalizar y aplicarlo con éxito al resto de las mortales. Por supuesto, lo más adecuado es valorarse para poder actuar con conocimiento de causa y de una manera correcta pero, si no es así, mi lema en posparto siempre es “mejor no hacer que hacer mal” porque si no haces nada, el cuerpo llegará a su máxima recuperación posible, pero si haces mal, puedes dañar y empeorar ese proceso natural.

La realidad es que hay que valorar cada caso particular para poder dar unas indicaciones y pautas correctas y personalizadas. Pero también es verdad que, aparte de las particularidades de cada cuerpo, hay generalidades que se pueden tener en cuenta y que le pueden servir a cualquier mujer para prevenir y recuperarse correctamente. Y hablaremos ahora de algunas de ellas en cuanto a suelo pélvico y abdomen se refieren:


En posparto inmediato (primera semana):

• Evita cargar peso.
• No realiza ejercicios abdominales clásicos. Cuidado con incorporarte y tumbarte de forma brusca. Es muy común hacerlo cuando el bebé llora e instintivamente nos incorporamos con rapidez y sin pensarlo. Se genera una presión en el suelo pélvico que aún no está en condiciones de soportar y la musculatura abdominal también se resiente.
• Evita estar mucho tiempo de pie. Aunque sí es aconsejable activar la circulación de los miembros inferiores y realizar ejercicios respiratorios espiratorios para ayudar a la revascularización y drenaje.
• Contracciones de suelo pélvico. Las puedes realizar desde el primer momento ya que la contracción y la relajación de la musculatura favorecen el flujo sanguíneo (importante en caso de edema y episiotomía). Es importante que sepas realizar correctamente dichos ejercicios y que hagas poca cantidad y en pequeñas series repartidas durante el día.
• Cuida tu postura. Está íntimamente relacionada con tu suelo pélvico y con cómo se comporta el abdomen y el diafragma. Camina bien erguida, al sentarte que sea sobre los huesos que hay en cada nalga (isquiones) ni sobre coxis ni cargando el pubis. Atención a los períodos de alimentar al bebé ya que las posturas suelen ser forzadas y mantenidas. No uses tacones que desequilibran no sólo la pelvis sino también las lumbares, glúteos, rodillas, tobillos y pies.
• Utilizar una faja en zona pélvica (sacroilíaca y nunca abdominal). Las articulaciones de unión entre los distintos huesos que forman la pelvis se encuentran más móviles y separadas, con lo que estética y funcionalmente pueden verse afectadas. Si el nacimiento ha sido por cesárea la faja puede servir para que la mujer haga una imprescindible corrección postural. Lo ideal es colocarla desde el momento del nacimiento y continuamente hasta tres semanas después. Posteriormente, puede utilizarse hasta las seis semanas, cuando estamos en movimiento.
• Evita relaciones sexuales con penetración en las primeras semanas (algunos autores hablan de 6 semanas, mientras que otros defienden que el cierre y recuperación de la vagina pueden retrasarse hasta 10 semanas).
• Los puntos de una episiotomía o cesárea también necesitan un seguimiento y correcto cuidado.
• Lo ideal es favorecer la lactancia materna, pues ayuda a la involución uterina además del resto de beneficios demostrados sobre madre y bebé.
• No introduzcas ningún material en vagina (bolas chinas, vibrador…) con la falsa creencia de que puede ayudar a recuperar el suelo pélvico. Es imprescindible la valoración previa de un profesional especializado.
• Es imprescindible luchar contra el estreñimiento. Los empujes en el baño dañan muchísimo el suelo pélvico (puedes leer más sobre este tema en el artículo “El estreñimiento” en Revista Nana #16)


De la segunda a la octava semana postparto:

• Faja sacroilíaca, continua hasta las seis semanas.
• Continua con la corrección postural tanto en posturas sentada, como de pie y al incorporarte y tumbarte.
• Sigue cuidando el estreñimiento.
• La actividad deportiva será aquella que no genere impactos, a intensidad suave, que toleres sin que llegue a fatigarte (caminar, nadar cuando no presente manchado). Como excepción, encontramos a las mujeres deportistas de alto nivel o profesionales que deben empezar sus entrenamientos lo antes posible. En estos casos es totalmente imprescindible que haya una valoración por parte de un@ fisioterapeuta especializado y un seguimiento de los entrenamientos que realiza junto a su equipo de entrenadores y profesionales deportivos habituales.

 

En el posparto tardío (del segundo al octavo mes aproximadamente):

• En este período el tejido conjuntivo se va recuperando y ya es buen momento para realizar un correcto balance torácico, perineal, abdominal y pélvico, tras el cual se podrá pautar otro tipo de tratamiento individualizado específico en caso de ser necesario. Además, este balance nos guiará hacia una correcta orientación de la actividad física que se podrá realizar. Generalmente, se puede ampliar paulatinamente la intensidad y la gama de ejercicios (pequeños levantamientos de pesos, actividades que supongan más impacto y desgaste físico) para ir volviendo a la actividad preparto deseada por cada caso en concreto.
• Mantenimiento de la protección del suelo pélvico ante las situaciones de hiperpresión: control postural y contracciones de suelo pélvico.
Como ves, no podemos recomendar a una mujer realizar una actividad en concreto sin que haya sido valorada previamente. Pero sí hay mucho que se puede hacer para favorecer una correcta recuperación. El cuerpo es un equipo que trabaja en conjunto. Lo que favorece su recuperación lo hace tanto a nivel funcional como estético pero, como para todo en esta vida, no hay fórmulas mágicas para conseguirlo.

 

Que no te confunda lo que puedas observar en mujeres que viven de su apariencia física, sólo estás observando lo que quieren vendernos y lo que se puede ver externamente. Este proceso no es un sprint sino una carrera de media-larga distancia. Así que, a coger fondo para llegar con éxito a la meta. La tortuga, tranquila pero constante, siempre llega a la meta.•


Erika Amezcua Valmala
Fisioterapeuta especializada en Pelviperineología

Volver