El primer baño de tu bebé

Noticia publicada el 12-01-2018

El nacimiento de un bebé supone el paso de una atmósfera húmeda y estéril, dentro del útero materno, a un ambiente externo seco y rico en microorganismos.

Hoy en día, el cuidado de la piel de nuestro bebé tiende a ser cada vez menos agresivo, por ejemplo, posponiendo el primer baño de inmersión completo. El momento en el que se debe realizar este primer baño es motivo de controversia y actualmente se opina que se debe individualizar cada caso según las características del bebé. También influyen factores culturales, según el lugar donde nos encontremos.

Como recomendación general, el lavado de nuestro bebé debería ser suave en sus primeros días, sin inmersión completa hasta la caída del cordón umbilical. De esta manera, se aplicaría un poco de jabón suave específico para recién nacidos en una bañera y sin sumergir al niño se le lavaría por partes, sin humedecer el cordón umbilical.

Otro caso sería aquellos niños que nacen cubiertos por una finísima capa de grasa llamado vernix caseoso, un material grasoso que va a preservar la hidratación de la piel y que contribuye a mantener su temperatura y lo protege de agentes externos como los microorganismos. Esta capa es más frecuente encontrarla en los bebés nacidos antes de la semana 38 y, actualmente, no se recomienda retirarla con el lavado. El primer baño de estos bebés se realizará después de la absorción natural del vernix por la piel ya que, como hemos dicho, presenta una función de hidratación y protección.

Cuando nuestro bebé cumple sus primeros días o semanas se recomiendan los lavados en inmersión. Estos lavados deben de ser suaves, con geles específicos de bebés (que suelen ser poco espumantes) pudiendo añadirse aceites en la bañera. La temperatura del agua debe ser tibia y la duración del baño corta para no resecar demasiado su piel.

La frecuencia del baño también es un tema de debate y, de manera general, no se recomienda baños diarios con jabón, puesto que los bebés no suelen ensuciarse. El baño diario tiene un componente más importante, que es el juego y la relación entre el niño y sus padres, más que de limpieza. Según las características de cada bebé, se podría recomendar baños diarios con agua y sólo enjabonar varias veces en semana.

Con respecto a la hidratación, debemos de entender que la piel de nuestro bebé es inmadura y se deben evitar cremas que contengan perfumes u otras sustancias sensibilizantes. En el caso de ser necesarias, sólo deben usarse aquellas cremas específicamente indicadas para ellos.•


Mª Rosa Martel Martel
Dermatóloga
Hospiten Roca San Agustín y
Centro de especialidades médicas Vecindario

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