Tortícolis en bebés

Noticia publicada el 21-12-2017

La tortícolis es la contractura del músculo esternocleidomastoideo del recién nacido. La principal función de este músculo es la rotación de la cabeza y la inclinación lateral. La lesión del esternocleidomastoideo suele deberse a una mala postura del bebé dentro del útero de la madre o a un parto difícil. A veces se palpa un bulto de forma y tamaño similares a una oliva a lo largo del músculo del cuello. En consulta, me he encontrado con un alto porcentaje de bebés con tortícolis relacionadas con estar encajados durante mucho tiempo en la pelvis de su mamá en el embarazo.

Pero podemos encontrar también otras posibles causas de la tortícolis en bebés:

Al tirar bruscamente de su cabecita durante el parto, ya sea de forma manual o con instrumentos, provocando una tortícolis de defensa debido a ese brusco estiramiento.

• Un exceso o un defecto de contracciones durante el parto puede repercutir en el agujero rasgado posterior (estructura por donde sale el nervio espinal que inerva los músculos esternocleidomastoideo y trapecios encargados de las rotaciones e inclinaciones) ocasionando una obstrucción del nervio espinal de la cabeza.

¿En qué puede afectarles la tortícolis?

• Si el bebé está tomando pecho, puede tener dificultades para mamar de uno de los pechos, al no poder girar el cuello hacia ese lado.

• A veces, la tortícolis congénita puede asociarse a displasia de cadera. Si el pediatra lo sospecha (casi siempre cuando el bebé tiene menos de mes y medio) indicará una ecografía de caderas.

• Debido a que la cabeza está apoyada siempre del mismo lado, algunos bebés desarrollan plagiocefalia postural, aplanamiento de uno de los lados de la cabeza. Este aplanamiento no repercute sobre el crecimiento del cerebro, pero puede causar una asimetría de la cara que a veces es llamativa. Siendo la cabeza del bebé un tercio de su peso y no teniendo control de su cuello hasta casi los tres meses de edad, el riesgo que corren los pequeños es que al mantener la misma postura durante gran parte del día, la parte posterior del lado que tienen siempre rotado se irá aplanando desarrollando dicha plagiocefalia a causa de ese apoyo constante. A consecuencia, el líquido cefalorraquídeo no circulará bien por esa zona que está siendo continuamente apoyada, por lo que irá perdiendo movilidad y consecuentemente se irá aplanando.

En el futuro, si no corregimos esta tortícolis nos podremos encontrar niños que desarrollen escoliosis (curvatura anormal de la columna vertebral), ya que el organismo acabará por compensar de esta manera la falta de movilidad de una zona determinada en otras.


¿Cuándo sospechar de la existencia de una tortícolis?

Cuando el bebé está continuamente en la misma posición (incluso durmiendo) y, a pesar de cambiarle la postura, vuelve a posicionarse del mismo lado, probablemente estemos ante una tortícolis.

En estos casos, cuando se encuentra en capazo, maxi-cosi o carro el bebé tendrá su cabecita siempre girada hacia el mismo lado, incluso al ofrecerle estímulos en el lado contrario probablemente nos seguirá con los ojos hasta donde éstos le permitan mirar, pero sin girar la cabeza a causa de dicha limitación.

En la lactancia materna puede evidenciarse también ya que observaremos que en uno de los dos pechos no se encontrará nada cómodo succionando. Por ejemplo, si le cuesta girar la cabeza a la derecha estará incómodo cuando succione del pecho izquierdo y mucho más cómodo succionando del pecho derecho.


Tratamiento

El tratamiento de la tortícolis consistirá en llevar a cabo técnicas manuales muy suaves que respeten en todo momento al bebé, quien será el que marque y guíe el desarrollo de su curación. Se puede hacer tumbado en la camilla, en el regazo de su mamá e, incluso, mientras se encuentre pegado al pecho. Suelen ser sesiones de una hora y, por lo general, los pequeños responden muy bien con unas dos sesiones. En cuanto al tratamiento de la plagiocefalia, la recuperación es algo más lenta, porque cuando ésta se ha instalado ya han pasado algunos meses hasta que se llega a consulta.

El tratamiento de la tortícolis es de gran importancia, ya que si no se aborda el problema de forma adecuada, podremos encontrarnos con secuelas como la aparición de la plagiocefalia en un primer momento y de una escoliosis en el futuro.

Los padres tienen un papel activo durante el tratamiento del problema, ya que serán los encargados de ayudar de forma activa al mantenimiento de una correcta higiene postural y movilidad activa del cuello mediante juegos y suaves estiramientos. Consideramos asimismo que un diagnóstico precoz es determinante para la consecución de una pronta y correcta solución del problema.

Como conclusión, les recuerdo a mamás y papás que los mejores pediatras de sus hijos son ellos. Cuando ustedes sientan que algo no va bien, insistan en hablarlo con el pediatra y si aún hablándolo no están tranquilos, busquen una segunda opinión. Actuando con prontitud podemos resolver el problema de forma rápida y sencilla evitando males mayores.•


David C. García Martín
Fisioterapeuta
Experto en terapia manual en pediatría

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