Masaje perineal durante el embarazo

Noticia publicada el 18-05-2017

La llegada de un bebé es uno de los momentos más bonitos y significativos de la vida de una mujer, pero puede llevar asociados miedos o temores sobre todo relacionados con el parto. Entre ellos se puede destacar el miedo al daño del periné (desgarro vaginal o episiotomía) o al dolor en la futura vida sexual.

Se llama periné o perineo a la zona del cuerpo situada en la parte inferior del tronco que forma el fondo de la pelvis, según las obras, puede hacer referencia a la superficie cutánea o incluso a todo aquello que se encuentra bajo la capa muscular inferior hasta la piel. Esta zona en las mujeres está atravesada por tres orificios: la uretra, la vagina y el recto.

Cuando hablamos de suelo pélvico nos referimos a la parte muscular, que se divide en una capa superficial y otra profunda,  siendo un complejo sistema de sostén que mantiene en la correcta posición algunos órganos pélvicos como la vejiga, el útero, la vagina y el recto. También con una importante función sexual.

En la actualidad podemos encontrarnos con suficiente evidencia científica que nos informa sobre los beneficios que trae consigo el masaje perineal realizado durante el embarazo, a pesar de ello, son pocas las mujeres que lo realizan, probablemente por su desconocimiento.

El masaje perineal es una medida física preventiva aplicable durante el embarazo que consiste en la estimulación táctil de la piel y tejidos del periné femenino. Se ha demostrado que puede ser un factor protector contra el trauma perineal en mujeres primíparas, principalmente disminuyendo la necesidad de episiotomías, asociándose a una reducción del dolor perineal en el postparto. Por estos argumentos es aconsejable que las mujeres reciban información sobre el probable beneficio del masaje perineal y sobre la manera correcta de realizarlo.


¿Cuándo se puede realizar?

A partir de la semana 32 de gestación se podrá iniciar el masaje, como mínimo dos veces por semana, pero también se puede realizar a diario. La evidencia muestra que la constancia en la realización del masaje es fundamental para la mejora de la elasticidad del periné.


¿Cómo realizarlo?

Es una técnica sencilla de realizar y de fácil aprendizaje. Antes de iniciar la técnica deberemos de hacer un correcto lavado de manos y, dentro de lo posible, es conveniente mantener las uñas cortas para evitar posibles infecciones o dañar los tejidos a la hora de masajear. Cada mujer debe buscar un lugar íntimo en el que más cómoda se encuentre y una posición adecuada para que le resulte sencillo llevar a cabo el masaje, puede ser, por ejemplo, sentada, tumbada en la cama, en la bañera...

Previo a comenzar el masaje podría ser útil el uso de un espejo para poder visualizar el periné y familiarizarnos con nuestra propia anatomía. Se recomienda, para iniciar la técnica, el uso de algún tipo de lubricante, podremos utilizar cualquiera de los nombrados más adelante. Introduciremos suavemente los pulgares en la vagina. El masaje también puede ser realizado por tu pareja, si lo prefieres. En ese caso, por comodidad, usará los dedos índice y corazón.


Paso I: Colocamos los dedos lubricados suavemente en el introito o entrada de la vagina, unos 3-4 cm. Empezaremos empujando el periné hacia abajo, hacia la zona del recto y hacia ambos lados de la vagina, estirando la zona hasta notar sensación de tensión o escozor. Las primeras veces que se realice el masaje podemos encontrarnos con una zona perineal menos elástica, por ello deberemos ir adaptándonos al masaje conforme vaya pasando el tiempo, por ejemplo, el primer día dedicaremos unos minutos simplemente a una toma de contacto, realizando pequeños movimientos alternos, con pausas en caso de dolor.

Paso II: Mantener una presión ligeramente forzada sobre la zona del periné con los dedos durante dos minutos o hasta que nos resulte molesto.

Paso III: Cogeremos esa misma zona entre el pulgar y los dedos opuestos para hacer un movimiento oscilante durante 3-4 minutos, estirando los tejidos de la vagina, los músculos y también la piel del periné.
¿Qué precauciones debemos de tomar cuando realicemos el masaje?
Evitar presión sobre la uretra para prevenir infecciones de orina y parar el masaje en caso de que aparezca dolor.

 

¿Qué material necesitaremos?

• Espejo (si se desea)
• Lubricante: existen varios lubricantes a nuestro alcance, cada uno de ellos con sus beneficios:
- Lubricantes de base acuosa
- Aceite de rosa mosqueta, rico en ácidos grasos esenciales y vitamina C, actúa como regenerador y nutre la piel, da firmeza y elasticidad a la misma.
- Aceite de almendras dulces, suaviza y da elasticidad a la piel, contiene vitamina B.
- Aceite de germen de trigo, rico en vitamina E, tiene propiedades conservantes y antioxidantes.
- Aceite de oliva: Rico en vitamina E, protege y tonifica la piel además de tener efecto antioxidante.

 

¿Cuáles son las contraindicaciones?

Que la gestante padezca de varices vulvares, infecciones vaginales o urinarias u otras complicaciones del embarazo.

Es importante hacer hincapié en que la frecuencia en el número de masajes no es proporcional a los resultados, podría esperarse que a mayor número de repeticiones de la técnica, mejores resultados, pero los estudios revisados concluyen que la realización del masaje dos veces por semana, reduce la morbilidad materna. Estos mismos estudios nos muestran que los mejores resultados se obtienen en mujeres que no hayan tenido un parto anterior, aunque el masaje también sería beneficioso en mujeres multíparas.

El masaje va a proporcionar, además de una reducción en el número de episiotomías, como ya hemos mencionado, una menor probabilidad de dolor a los tres meses postparto. Respecto a los desgarros vaginales, no se encontraron diferencias significativas.

El masaje perineal durante el embarazo es por tanto otro instrumento más del que se pueden favorecer las mujeres, bien para su propio cuidado como también para conocer y ser conscientes de su propio cuerpo, sentir el futuro canal del parto y que esto ayude a un parto disfrutado;  al fin y al cabo una mujer embarazada posee el don más bonito que se puede tener: dar vida.•

Tania Soto Rodríguez
Matrona

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