Lenguaje de signos para bebés oyentes

Noticia publicada el 04-01-2017

El ser humano es un ser sociable, desde que nacemos intentamos comunicarnos. Dependerá de muchos factores que consigamos hacernos entender o no.

Durante los 6 primeros meses de vida aproximadamente, las necesidades de un bebé son básicas: necesita a su mamá, consuelo, brazos, alimento, limpieza, sueño y poco más. Dentro de la complejidad de hablar idiomas distintos, los bebés se hacen entender sin mayor problema. Es después de los 6 meses cuando la cosa se complica. Los bebés comienzan a querer algo más que a su mamá, quieren ver el mundo que les rodea, necesitan tocar, coger, oler, chupar… además, a esta edad se suele introducir la alimentación complementaria. Habrá momentos en los que querrá comer, otros en los que no, habrá alimentos que quiera en un momento dado y otros que no. Hacerse entender en esta etapa, donde la comunicación oral es limitada, se va complicando.

Según los hitos del crecimiento infantil, el bebé hasta los 6 meses no empieza a balbucear, sobre los 8 meses empiezan a unir vocales y consonantes formando sílabas (ma-ma, pa-pa, da-da) pero aún no comprende los significados de las palabras que forma. Sobre los 18 meses ya conoce un promedio de 10 palabras y comprende órdenes sencillas como “ven, dame, toma”... Así que, entorno a los 6 y los 18 meses el bebé tiene la necesidad de comunicarse pero aún no es capaz de hacerlo con habilidad de forma oral.  Pero, la oral no es la única forma de comunicación. Los expertos aseguran que las expresiones faciales, los gestos, nuestra postura corporal dan mucha más información que las palabras. De hecho, las personas con déficit auditivo utilizan la Lengua de Signos para comunicarse, es decir, se valen de una serie de gestos con sus manos y su cuerpo para hablar. El Dr. Eugene Johnson, psicólogo infantil, indica en sus estudios que un bebé de 4 meses es capaz de recordar sonidos y objetos, además de examinarlos; con 8 meses ya puede imitar gestos y manipular objetos; con 12 meses su psicomotricidad fina ha aumentado bastante y es capaz de signar muchas palabras comprendiendo su significado; a los 24 meses ya pueden utilizar la comunicación oral conjuntamente con los signos (cabe aclarar que estos datos son aproximados, cada bebé tiene su propio ritmo). Entonces, desde los 6 hasta los 18 meses los bebés intentan comunicarse, pero no son capaces de hacerlo de forma oral, sin embargo, con sus manitas podrían hacerlo perfectamente si se les enseña.

Es lo que se  denomina “Signos para Bebés Oyentes” o “BabySigns”, y funciona utilizando la lengua de signos adaptados a los bebés, utilizando canciones, cuentos, juegos, rutinas… el bebé aprende jugando y mientras se diverte con sus cuidadores.

Este tipo de comunicación presenta grandes ventajas. Disminuye la frustración tanto del bebé que intenta comunicarse como del cuidador que intenta comprenderlo. Poder expresar las necesidades sin utilizar gritos o llantos es un alivio.

Al contrario de lo que se teme, a estos ninños les será más fácil aprender la lengua oral ya que cada vez que se signa un objeto se repite oralmente el nombre del mismo, poniendo énfasis en las palabras y repitiéndolas varias veces, palabras que probablemente interiorice y comience a utilizarlar pronto. Tambien fomenta el vínculo familiar: cuando los cuidadores comprenden las inquietudes y necesidades del bebé, este se siente reconfortado y no es de extrañar que quiera comunicarse más y mejor con ellos.

Cabe destacar la utilidad que este método tiene para familias políglotas donde cada progenitor habla un idioma diferente. Para algunos peques puede resultar confuso, la mayoría después de un tiempo sabe diferenciar ambos idiomas, pero los signos pueden ser de gran ayuda, pudiendo utilizar el mismo signo para ambas lenguas.

Los signos para bebés oyentes surgen en los años 80, en EEUU. Por una parte, Joseph García, autor del libro Sign with your Baby (1999), nota que los bebés de familias con algún integrante con déficit auditivo, donde el medio de comunicación es la lengua de signos, sabían comunicarse desde los 9 meses, utilizando más de 70 signos. Por otra parte, Linda Acredolo, doctorada en California y Susan Goodwing llevan una investigación comparando bebés que signan con bebés que no, realizando un seguimiento en las edades de 2, 3 y 8 años. Los resultados mostran que los bebés que utilizan signos aprenden a hablar antes que el resto, obtienen mejores resultados en los tests de inteligencia, comprenden más palabras y manejan un mayor vocabulario, y realizan juegos más complejos que los que no utilizaban signos.

Sin embargo, surgen ciertos mitos con respecto al uso de signos por bebés oyentes,  como el temor de que tarden más en hablar, como ya hemos comentado. Si nos basamos en que los bebés aprenden por imitación, es mucho más fácil que lo hagan antes por las repeticiones que hacemos de forma oral cuando les enseñamos un signo. Por otra parte, los bebés no viven en una burbuja, aquel que ha conocido los beneficios de comunicarse con gestos con sus padres querrá hacerlo con el resto del mundo, y el resto del mundo utilizará el habla, así que el peque intentará aprenderla lo antes posible para poder comunicarse con los demás.

Aunque se puede denominar como comunicación temprana, en ningún caso se utilizan estas técnicas, dado que se enseña en el día a día, con las rutinas normales de cualquier familia. Tambien existe desconfianza en la capacidad de los bebés para signar. ¿Has visto a algún bebé diciendo adiós con la mano? ¿dando un beso volado? ¿diciendo “ven” con sus manitas?

Siempre se ha soñado con algún invento que pudiera descifrar lo que quieren decir los bebés con su llanto ¡Ojalá hubiera un aparatito para eso! Lamentablemente no existe, pero tenemos esta técnica para conseguir comunicarnos y evitar tantos llantos.•

Fayna Clavijo
Asesora de maternidad

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